8 d’agost del 2014

JORDI CAPONE

El mundo es muy extraño, y España más.
Un mafioso del copón, Al Capone, después de cometer todo tipo de desmanes y delitos sólo pudo ser encarcelado por "evasión de impuestos". No por los asesinatos, por los robos, extorsiones, tráfico de alcohol (entonces prohibido en USA) y el largo etcétera de delitos que, todos lo sabían, había cometido pero no podían probarlo. Sólo pudo ser condenado por evasión de impuestos.



Bueno, pues hoy en día parece que pasa lo mismo, o muy parecido con muchos de nuestros políticso insignes. La familia Pujol-Ferrusola, por ejemplo, parece que se ha estado lucrando ilícitamente (y presuntamente, por si acaso) con todo tipo de negocios a la sombra del poder de que disfrutaba la familia gracias al cargo de President de la Generalitat que ostentó "Il Padrino" durante 23 años. Miles de millones de euros, casi nada. Segurmente nunca sabremos el importe exacto de lo trincado. De qué vivir toda la familia por muchas generaciones sin dar golpe. Y, cuando se destapa el cotarro, sale el patriarca y dice que fue un error. Un error fiscal.

O sea,  vino a decir que:
1. Lo trincado, trincado está y no voy a devolver ni un puto duro. Una cosa es la patria y otra el patrimonio
2. El culpable soy yo. A mis hijos y esposa ni los toquéis. Y el único delito es fiscal, por no declarar a Hacienda lo trincado, pagar el IRPF correspondiente y ocultar el dinerillo en Andorra y Suiza. Y como soy más viejo que Mathusalen todo va a quedar en multa y no voy a ir a la cárcel
3. Y si quereis más me envuelvo en la senyera y digo (otra vez, como cuando el caso de Banca Catalana) que es un ataque a Catalunya. Y si no, tiro de la manta. A ver si adivinais de donde procede la fortuna de Juan Carlos I y de tantos otros que han estado trincando comisiones por cada compra de cada avión , carro de combate,  vagones de AVE, terrenos para Terra Mítica, o lo que sea.

No habrá tráfico de influencias, ni cohecho, ni malversación de caudales públicos. Nada de nada. Sólo "delito fiscal", imputable al viejo Pujol que, por su avanzada edad, en el improbable caso de que se le llegue a juzgar, y en el aún más remoto caso en que se le llegue a condenar, quedará en nada. Además, en derecho penal el delito desaparece a la muerte del acusado. Y con la edad de JP ... para que lo sepamos.

Pais de chorizos. Y encima se van a ir de rositas porque, ni a Pujol, ni Millet, ni Urdangarín, ni a Bárcenas, ni a Correa, ni a Blesa ni a ninguno de los numerosos chorizos de este país devolveran ni un euro de lo trincado, no se les podrá probar otra cosa que fraude a la hacienda pública.

Conclusión: se puede tricar y robar si por ello pagas IRPF.