El título ("El hábito no hace al monje") lo aplico a que, un
partido, por mucho que se ponga la palabra socialista en sus siglas, no
significa que lo sea, ni que sea el único, ni el mejor.
Y, además, si hace cua cua como un pato, anda como un pato y tiene plumas como un pato: es un pato. Esto es a propósito de la última del día: "Si dependo de Iglesias, no seré presidente del Gobierno".
Éste lumbreras ha sudado lo suyo para decir eso. De perogrullo. Efectivamente, si depende de Iglesias y de sus votantes no será presidente porque para eso se vota a Podemos, para que el presidente sea Pablo Iglesias, no para que sea Pedro Sánchez. Y, a lo sumo, podrá aspirar a ser vicepresidente, aquello que Pedro Sánchez le negó a Iglesias. Y eso ya será más de lo que ofreció él a Iglesias.
Y, volviendo a lo del pato, si se opone a gobernar con partidos de izquierda ("Nunca gobernaré con polulistas", en referencia a Podemos) y los critica (en lugar de centrar su esfuerzo en luchar contra la derecha), hace propuestas políticas de derechas (los recortes de ZP y los seguirá Pedro, porque "bajar impuestos es de izquierdas") y pacta con partidos de derechas (Ciudadanos), entones ES DE DERECHAS, por mucho que en sus siglas ponga "socialista". ¡Qué pena !
Estoy ciertamente intrigado de saber la cara que pueden llegar a poner los compañeros socialistas de verdad, cuando los líderes del PSOE prefieran pactar con C's y PP (la gran coalición) para hacer políticas de derechas antes que gobernar con Unidos Podemos. Eso sí, así se aseguraran un puesto de consejeros en Telefónica, Endesa, Gas Natural, La Caixa o Abertis cuando sus bases les den la merecida patada en el culo, una vez el PSOE se hunda en la más profunda derrota electoral por méritos propios.