Manuel, pequeño ganadero, vivía de la explotación de una pequeña granja familiar que tenía 10 vacas. Las cuentas eran, más o menos así. Cada vaca producía diariamente unos 30 litros de leche, 300 litros en total que el vendía a 0,40 € el litro, total unos 120 € diarios, por 365 dias, unos 43.800 € al año. Las vacas se alimentaban de pienso y forraje que le costaba a 2 € por vaca y día, en total 7300 € al año. Los costes fijos de Manuel y su explotación eran de 15.000 € al año, en conceptos como luz, materiales, seguros, etc. Le quedaban pues 43.800-7.300-15.000 = 21.500 € netos al año con los que podía vivir, justito, pero vivía.
De resultas de la crisis, la empresa lechera que le compraba la leche le dijo que no podía mantener ese precio y que a partir de enero de este año se la compraría a 0,30 € el litro y los gastos iban a aumentar un 5%, pasando de 22.300 € al año a 23.415 €. Además del cabreo, echó sus cuentas. Sus ingresos por venta de leche bajarían a 32.850 y los ingresos netos netos bajarían a sólo 10.550 € (32.850 menos 22.300). ¡Imposible! Así no podía vivir, ¡¡¡había que hacer algo!!! No era economista pero ... sabía hacer cuatro números y se le ocurrieron dos opciones:
a/ recortes de gasto
b/ aumentar la producción
No podía bajar los gastos fijos, porque tenía que pagar sus impuestos, materiales, etc., que encima habían subido. O sea que ahí había poco a recortar. Volvería al ordeño manual, al menos en parte, y ahorraría algo de electricidad. Decidió que iba a recortar los gastos de alimentación de las vacas. En lugar de gastar 2 € al día les iba a dar un poco menos de comida, pongamos que 1,80 € al día que iban a suponer unos 6.570 € al año . Haciendo eso calculaba que sus gastos se redujesen a 6.600 € de comida y los fijos bajasen a 13.000 €, un total de gastos de 19.600 € al año. En total los gastos iban a suponer 19.600 + 6.600, total 26.200 € que ¡¡¡ERAN 6.650 € MENOS!!! Eso no resolvía el problema pero lo atenuaba.
Pero entonces cayó en la cuenta de que si daba de comer menos a las vacas también producirían menos leche y en lugar de 30 litros diarios producirían sólo 25. Sus ingresos iban a ser de 25 litros al día por 365 días y por 10 vacas por 0,30 € el litro ... salían 27.375 € al año con lo cual al quitarle los 26.200 de gastos le quedarían netos ¡¡¡1.175 € al año!!! Era la ruina.
Entonces pensó la estrategia contraria. Hablo con la central lechera y les preguntó que si le podían comprar más leche. Los de la central le dijeron que, si bajaba el precio aún más, a 0,28 € el litro (¡qué cabrones!), le comprarían toda la que produjese. Con unos ahorros de que disponía más un crédito de al 7% que le dijo su caja rural “de toda la vida” (¡otra vez, qué cabrones!) que le concederían, a devolver en 8 años, podía ampliar un poco el establo (10.000 €), mejorar la instalación de ordeño automático (10.000 € más) y comprar 5 vacas más (5.000 €). Volvió a echar cuentas. Con 15 vacas alimentadas normalmente iba a tener unos ingresos de 15 vacas x 365 días x 30 litros diarios x 0,28 € el litro, total 45.950 € al año. Los costes iban a ser
Alimentación ....15 vacas x 365 días x 2 € al día ..... 10.950€
Fijos.................................................. 17.000€
Intereses más amortización de capital................... 4.000€
TOTAL ................................................. 31.950€
El resultado neto daba 14.000€ (45.950 de ingresos menos 31.950 de gasto) que no era lo que ganaba inicialmente pero era mejor que lo de hacer recortes, con lo que le pareció que esta era la menos mala de las opciones. Era duro pero, al menos, no era la ruina. Quizás con algún otro ajuste, comprando algunas vacas más, podía equilibrarlo de nuevo y manteniendo un bajo consumo eléctrico.
Le repateaba las tripas pensar que la central lechera a la que había vendido su leche siempre se aprovechase de la ocasión para bajarle los precios y que el banco se llevase un 7% por un crédito cuando a él sus ahorros se los habían retribuido como mucho al 3% y a plazo fijo. Pero, había oído hablar mucho de eso de “los mercados” y por fin entendió qué era eso: eran los bancos, las electrícas, las grandes empresas y todos los especuladores que vivían a su costa y que le imponian sus condiciones, sin margen de negociación. Los que te prestan el paraguas cuando hace sol y te lo quitan cuando llueve.
Y también, desde su humilde posición de pequeño ganadero, entendió por qué la opción de hacer recortes de gasto ante la crisis sólo podía llevarnos a la ruina. Justo, eso que nuestros dirigentes no son capaces de entender. O no quieren, o no les interesa, porque sus intereses están más con "los mercados" que con la gente que trabaja para vivir.
Y no se trata del "cuento de la lechera", o del lechero. Aquí nosotros no somos el lechero, somos las vacas. Y nos estan quitando el pienso, el establo, la leche y encima quieren que produzcamos más.
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