¿Porqué una persona como yo, de izquierdas y socialista confeso, puede estar contra el impuesto de patrimonio? Voy a intentar explicarlo, porque creo que es de lógica.
En primer lugar hay patrimonios y patrimonios.
Hay ese patrimonio que don Manuel y doña Pepa, jubilados ambos, 68 años él y 65 ella , han conseguido tener después de más de 40 años de trabajo en La Maquinista, cotización, privaciones y educar a tres hijos. Su fortuna consiste en un piso en Barcelona (que les costó 1 millón de pesetas y ahora los bancos dicen que lo valoran en 600.000 €, o sea 100 millones de pesetas) una casa en el pueblo, la casa familiar donde él nació, en Peñalsordo (Badajoz) que heredó de sus padres y que ahora se valora (¿?) en 300.000 € y un apartamento en Segur de Calafell valorado también en 200.000 € según las inmobiliarias, para pasar los fines de semana y vacaciones y hacer de canguro de los nietos para que vayan a la playa cuando no hay colegio y los hijos estén trabajando en Barcelona. Y tienen unos ahorrillos en el banco, 50.000 € ,que tienen a plazo fijo “por si acaso”. Total, que después de una vida de trabajo tienen un patrimonio, valorado a precio de especulador, de 1.150.000 €, por el que tendrán que declarar y pagar, otra vez, impuestos, porque ellos tienen mucho. No importa que ya pagaran Impuesto de tráfico de Empresas, IVA, Plusvalías, Actos jurídicos documentados, Transmisiones patrimoniales, otros derechos reales, IBI, honorarios de notarios, etc. Ahora, que lo tienen todo pagado, cuando para conseguir que su patrimonio aumentase 1€ han tenido que pagar más de 2 € en impuestos, intereses y otros, ahora les dicen que son ricos y que hay que pagar más, porque tienen mucho. ¡Manda güevos, ahora son ricos! pero a duras penas llegan a final de mes con la (mierda de) pensión de jubilación de 40 años cotizados (1500 € al mes), pagando IBI, impuesto de circulación, IVA, gasolina, basuras, canon de agua, TAMGREM, seguros, etc. ¡Coño Pepa, ahora somos ricos! exclama don Manuel.
Luego está Juan, el hermano de don Manuel y cuñado de doña Pepa, fontanero de profesión. Éste fue siempre un viva-la-virgen. Cuando ambos hermanos heredaron, por partes iguales, la casa familiar de Peñalsordo, Juan le dijo a su hermano que él no quería la casa, que quería la "viruta" para su vida, juergas y puteríos. Manuel le pagó, en metálico, claro, su parte de la casa y la inscribieron a nombre de Manuel. Juan era un excelente currante pero pasó toda su vida haciendo chapuzas sin declarar, como autónomo y en negro, ganando viruta por un tubo, mucha, en los años dorados de la construcción y viviendo al día y de alquiler, dilapidando cuanto ganaba, en whisky de malta, coches (el último un espectacular 4x4), viajes y juergas de antología. Claro, cuando, hace 1 año, llegó a los 65 años se jubiló con una pensión de mierda, resultado de una vida dedicada a efectuar aportaciones de mierda a la caja de la seguridad social. Tuvo que malvender el “cayenne” porque no podía pagar el mantenimiento. Su patrimonio ahora se limita a 2000 € en una cuenta de ahorro. Está claro que éste no pagará impuesto de patrimonio, a éste no le afecta el tema. Este se lo gastó todo, no tuvo hijos y se lo pasó de puta madre. Ahora se queja de la pensión que le ha quedado y acusa al gobierno de ello.
Otro patrimonio es el de Emilio Botín, Venancio Ortega o "Rafa" Nadal, por poner un ejemplo, no es que tenga nada contra ellos, no. Insignes representantes patrios, oiga. Estos tienen un patrimonio cuyo valor no me atrevo a pronunciar, no sea que se me trabe la lengua. Han evadido o mejor "invertido" dinero en Suiza, Mónaco, las islas Cayman y el que tienen aquí lo tienen en participaciones en numerosas
SICAV, empresas patrimoniales y otros chanchullos fiscalmente opacos. Y estos no pagaran ni un duro de impuesto de patrimonio, de "este" impuesto de patrimonio. Bueno, a algún pardillo puede ser que le toque pagar un poco más, pero no será nada comparado con la que les va a caer a don Manolo y doña Pepa. La del pulpo. Hay patrimonios que se han conseguido con la especulación, que algunos llaman "hacer negocios", y que encima no han tributado en su día y no tributan hoy. Y otros que se han conseguido con el trabajo duro, asalariado. Pero al final, como diría Cruyff, "patrimonio es patrimonio" y no hay diferencia entre uno y otro. Hacienda solo mira la cifra, la "valoración a precio de mercado".
Claro, al Estado le hace falta dinero, la caja está vacía y hay que conseguir más. Y el iluminado o iluminada de rigor tiene un recurso fácil: que pague más quien más tiene. ¿Tiene? ¿Qué es lo que se tiene? Lo que se tiene es la diferencia entre lo que se ha ganado, por lo cual ya hemos tributado el IRPF (al menos don Manolo y doña Pepa), y lo que se ha gastado. Claro, Juan se lo ha gastado todo, por lo tanto no tiene patrimonio, ¡pobrecillo! Y a don Emilio, ni tocarlo, no sea que se lleve el poco dinero que tiene aquí a Suiza, a pesar de ser un patriota de tomo y lomo. Pues no...., yo creo que es profundamente injusto y que hay que pagar los impuestos por la renta, que pague más (y en porcentaje) quien más gana, no quien más tiene.
Pero no hay cojones ni cerebro.
En primer lugar si hace falta dinero habrá que incentivar la economía productiva porqué si no estamos ante un juego de suma cero, donde les vamos a quitar dinero a unos para ponerlo en manos de otros pero el total seguirá invariable. Vamos hacia una redistribución de la pobreza en lugar de una redistribución de la riqueza.
En segundo lugar estamos incentivando conductas irresponsables: ¡gástatelo todo y ahora, y no ahorres que luego aún te pondrán impuestos sobre lo que has ahorrado!. No te hagas un plan de pensiones, vete de putas (o putos, con perdón), vinos y viajes. Fúndetelo todo, no sea que los 1000 € que tienes ahora se queden en 800 por culpa del impuesto de patrimonio y la inflación.
Y en tercer lugar, si hay que recaudar más, hay una figura excelente que se llama Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que, con sus defectos y limitaciones, tiene en cuenta lo que se gana, lo que se ahorra, en qué se ahorra, los hijos, la casa y un montón de factores más. Con sus defectos es el menos malo de los mecanismos y, sobre todo, el más equitativo. En los últimos años se han producido desde los gobiernos diversas modificaciones para que las rentas altas pagaran menos: ¡Cagada!. ¡Incluso alguno ha dicho que
rebajar impuestos era de izquierdas! (dios mio, cuanta ignorancia...)
Quizás ahora entendéis mejor porqué estoy contra el impuesto de patrimonio indiscriminado y a favor de una revisión del IRPF, las SICAV y otros instrumentos financieros de evasión de impuestos. Y a favor de la inspección.